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5 motivos para no usar los Temas de PowerPoint

Las plantillas pueden ser buenas en multitud de situaciones. Los mensajes predefinidos del móvil son útiles para centrar la atención en seguir conduciendo y no en escribir “estoy llegando”. A la hora de escribir el enésimo memorándum, es cómodo tener un mensaje tipo en el que cambiemos un lugar y una fecha. Y todos sabemos lo resultonas que pueden ser las plantillas de AfterEffects.

Sin embargo, creemos en aquello de que no existen atajos para llegar donde merece la pena, así que estamos convencidos de que tienes sobrados motivos para no usar temas de PowerPoint. Desde que son fácilmente reconocibles y una muestra de tu pereza a que son feas con todas las letras, hemos recogido las 5 motivaciones principales para olvidarte de que existen.

 

Razones para descartar los Temas de PowerPoint

Fácilmente reconocibles

PowerPoint lleva tanto tiempo en nuestras vidas que, incluso cuando lo hayamos usado poco, reconocemos de un vistazo sus temas. Es tan fácil identificar estos aspectos predefinidos que, por mucho que no juzguemos un libro por su portada, su diseño nos distrae del contenido. Y lo peor: es como gritar al espectador que usamos un modelo prestablecido porque no quisimos esforzarnos un poquito.

Tienen demasiado protagonismo

Cuando la forma desdibuja el contenido, o los árboles no dejan ver el bosque, todo empeño en crear un mensaje atractivo y un contenido de valor se desvanece. El contenido queda ensombrecido por un tema que marca visualmente el predominio tenga o no encaje con nuestra comunicación.

Te vuelven perezoso

Uno de los motivos para no usar los temas (o cualquier tipo de plantilla en general, ya puestos), es que a los seres humanos nos gusta muchísimo la comodidad. Esa comodidad nos hace complacientes, lo que nos lleva a procrastinar sobre nuestro trabajo, que desemboca en desentendernos en exceso y terminamos, para desgracia de nuestro público, en usar la solución rápida.

Prescindir de invertir un tiempo para diseñar unas diapositivas es prescindir de pensar en la audiencia y la mejor manera de concebir nuestro soporte visual. O lo que es lo mismo: privar a nuestra audiencia de un mejor entendimiento de nuestra presentación.

Limitan tu creatividad

Por si fuera poco, es muy fácil desentonar con un tema de PowerPoint. Si tenemos una idea en la cabeza, podemos jugar con ella de mil maneras cuando creamos nuestras diapositivas. Sin embargo, un cambio en una plantilla puede chirriar fácilmente en colores o formas, redirigiendo la atención del público a un detalle en lugar de a un contenido. Así, sean insustanciales o embrollados, los diseños predefinidos nos obligan a jugar con unos cánones que suelen discrepar con aquellos que encajan con nuestras ideas.

Feas con todas las letras

Los diseños de los temas de PowerPoint son un ataque flagrantes al buen gusto. Realmente no entendemos los criterios estéticos de quienes diseñan esas combinaciones imposibles, degradados de hace una década, inspiraciones acartonadas y efectos que ya no utiliza ni un niño de primaria.

De todos los motivos para no usar temas, éste es quizá el más importante. Pocos modelos predefinidos se salvan de la quema. Por sosos, por confusos, por anticuados, por esquemas de colores disonantes, por formas, por pálidos, por súper coloridos, por blandos o por inconsistentes. Es cierto que Microsoft ha puesto a nuestra disposición una gran librería en línea, pero basta un vistazo para darse cuenta de que cuando no es por una cosa, es por otra, y al final siempre nos quedamos con esa sensación… meh.

 

Quizá existan más motivos para no usar los temas de PowerPoint, aunque sospechamos que siempre caerán en alguna de las categorías que hemos comentado. Lo que sí podemos hacer es preguntarte por tu motivo favorito.

 

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