Skip to content Skip to footer

¿Cómo vestirse para una presentación en público?

Plantarse delante de una audiencia es exponerse a su juicio. Lo queramos o no, nuestros cerebros funcionan y son eficaces porque trabajan con estereotipos y prejuicios que les permiten asimilar, predecir, comparar… En fin, que no nos podemos librar de que el público nos saque una radiografía a primera vista en función de nuestra apariencia. Por eso es importante tener una orientación sobre cómo vestirse para una presentación.

 

Algunos consejos para saber cómo vestirse para una presentación

No seas tú un distractor: si uno de nuestros propósitos es reducir los distractores para que el público se vea inmerso en la historia, en el mensaje, no podemos permitirnos distraer con nuestra ropa. Evita colores estridentes, diseños llamativos, escotes exagerados…

Siéntete cómodo: la naturalidad es básica para que nuestro mensaje suene creíble. Si nunca usas corbata, no esperes a estrenarte el día de la presentación porque te molestará, te pondrá nervioso y será más difícil resultar natural.

Cuida los detalles: tus complementos dicen cosas de ti. Una camisa sin planchar, una cartera desordenada, un bolígrafo de promoción o unas gafas sucias evocarán una imagen de persona descuidada, con lo que el discurso también nos sonará poco preciso.

No te signifiques: para que nuestra audiencia nos haga uno de los suyos debe incluirnos en su grupo. Lo más fácil es que no te signifiques en algún grupo social porque automáticamente estás excluyendo a otros. Así que los emblemas (políticos, religiosos o deportivos) o las marcas no suelen ayudar a incluir al máximo de gente posible.

Vístete para tu audiencia: por el mismo motivo que comentaba en el anterior punto, esfuérzate en saber cómo es tu audiencia e intenta ser uno más de ellos. No te va a ayudar ser el “mejor vestido” de la sala y mucho menos “el peor”. Se trata de acortar distancia con la mayoría de los asistentes. Un truco: sitúate un poco por encima de la media.

Es conveniente prestar tanta atención a nuestra imagen como al resto de la presentación, porque la apariencia es un elemento más de ella y puede ensalzarla o hundirla.

 

Go to Top