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No culpes a PowerPoint, el cutre eres tú

Reza un proverbio inglés que cuando señales con el dedo, recuerdes que otros tres dedos te señalan a ti. Por eso hay que tener cuidado con lo que decimos cuando apuntamos, especialmente en las críticas. Cuando señalamos que PowerPoint es cutre, igual deberíamos replantearnos si estamos haciendo algo mal.

Estamos acostumbrados a escuchar que la herramienta de Microsoft no es, precisamente, un dechado de virtudes. Buscamos alternativas más vistosas como Prezi o Haiku Deck sin darnos cuenta de que PowerPoint sigue siendo el programa con mayor potencial.

Puede que termines de diseñar una presentación con la sensación de haber realizado un documento insulso y de aspecto amateur. Puede que desvíes la atención buscando en Bill Gates al responsable de tan salchichero resultado. Sin embargo, eres tú quién decide qué, dónde y cómo coloca el contenido en cada diapositiva. Y una retahíla de malas decisiones terminarán con un resultado poco agraciado, da igual el programa que utilices y cuanto lo domines.

Deja de culpar a la herramienta y empieza a pensar en qué te falta a ti para poder crear diapositivas atractivas y de aspecto profesional. No se trata de ser diseñador, sino de conocer los trucos de la comunicación visual que el diseñador utiliza. No necesitas aprender nuevos programas, sino adquirir el criterio para discernir un buen de un mal diseño.

Para los incrédulos que piensan que el PowerPoint te condena a lo feo, quiero compartir contigo algunos ejemplos de presentaciones que destacan por su armonía y buen gusto. Y sí, están hechas con el programa de Microsoft.

 

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Como ves, estos ejemplos de presentaciones desmienten que PowerPoint es cutre. Hemos visto diapositivas que carecen de animaciones vistosas o integraciones con redes sociales que las hagan instantáneamente interactivas, pero eran capaces de transmitir, a través de reglas básicas del diseño, un mensaje claro sobre el que podríamos cimentar un discurso.

 

 

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