PowerPoint 365 ya tiene copiloto. Literal. Se llama Copilot y es la IA de Microsoft que te ayuda a crear presentaciones como quien dicta un correo. Si tienes acceso a la función, puedes pedirle que inserte una diapositiva nueva, que resuma lo que has dicho antes, que proponga ideas, incluso que te sugiera un diseño razonablemente decente.
¿Funciona? Sí. ¿Te soluciona la vida? No. ¿Puede ser adictivo como el corrector automático? Muchísimo.
Copilot puede ser una buena ayuda si sabes lo que necesitas. Pero si no tienes una intención clara, un mensaje trabajado y una narrativa coherente… lo único que hará será generar ruido con forma de presentación.
Porque el visual thinking —el arte de pensar con imágenes, metáforas, estructuras y ritmo visual— no se automatiza sin consecuencias. Si dejas que lo haga todo Copilot, estás renunciando a controlar el mensaje y convirtiendo tu discurso en una plantilla sin alma.
Lo que Copilot no puede hacer por ti
- Elegir lo que importa. No sabe qué es estratégico para tu audiencia. Adivina, pero no razona.
- Estructurar con intención. No distingue entre una historia que persuade y un resumen escolar.
- Recortar con criterio. Le cuesta separar lo esencial del relleno.
- Evaluar el impacto emocional. No sabe si esa gráfica da confianza o agobia.
- Contextualizar. No conoce tu empresa, tu sector ni la política interna de esa reunión tensa.
- Transmitir tu voz. Puede sonar formal, profesional, incluso correcto. Pero no va a sonar a ti.
Ahora bien, tampoco se trata de demonizarlo. Bien utilizado, Copilot puede ser un gran asistente visual. Aquí tienes algunas cosas que sí hace bien (y que te ahorran tiempo y tedio):
Lo que Copilot sí puede hacer por ti
- Estilizar contenido repetitivo, como dar formato uniforme a todos tus bullet points o títulos.
- Diseñar iconos básicos. Puedes decirle: “crea un icono sencillo de crecimiento” y te lo resuelve.
- Resumir bloques de texto en palabras clave o bullets con buena pinta.
- Establecer contraste visual. Ajusta brillo, legibilidad y armonía de colores para que no duela la vista
- Reformular frases genéricas. Si usas un “mejorar la eficiencia del negocio” y suena a consultoría en piloto automático, puede ayudarte a concretarlo un poco más.
La clave está en esto: saber lo que puedes delegar y lo que no. Usar Copilot no te exime de pensar, de elegir, de contar algo valioso. Lo que sí hace es liberar tiempo para que puedas concentrarte en lo que de verdad importa: tu intención comunicativa.
Así que adelante: prueba, exprime, experimenta. Pero no pierdas el mando. Porque lo que dices y cómo lo muestras sigue siendo lo que define tu autoridad. No la de la IA.
Y si te hace falta aterrizar tu discurso con claridad, impacto y sentido… en SpeakersLab somos más de carne y hueso, pero también sabemos volar.
