Cada vez que alguien dice “a mí hablar en público no me da miedo”, nos entran dos sospechas. Una, que está mintiendo. Dos, que es un kamikaze de la comunicación que actúa con total inconsciencia.
El miedo escénico no es una rareza: es la norma. La American Psychological Association lo sitúa entre los miedos más comunes del mundo, por encima de las serpientes, la oscuridad y los payasos. Y no hace falta estar en un auditorio. Ese nudo en el estómago aparece igual en una reunión de comité, en una videollamada con el cliente importante o cuando te toca defender presupuesto en la junta.
De ese miedo y de cómo domesticarlo va Que no cunda el pánico, el nuevo libro de Ivan Carnicero que se suma a la colección Presentaciones Wow. Un manual pensado para profesionales que se enfrentan al escenario —literal o metafórico— y quieren dejar de sufrir para empezar a disfrutar.
El miedo es normal. Pero no es incontrolable.
A lo largo de más de 25 años formando a personas en habilidades de comunicación, hemos visto de todo: la voz que tiembla, la diapositiva que se convierte en un refugio, el ponente que pide “disculpas por los nervios” (como si eso ayudara). Lo curioso es que detrás del miedo no suele estar la incapacidad, sino la incertidumbre. ¿Me saldrá bien? ¿Se notarán mis nervios? ¿Y si me quedo en blanco?
La buena noticia es que la ciencia está de nuestra parte. Hoy sabemos cómo funciona la amígdala cuando sentimos amenaza, por qué el cortisol acelera el corazón y cómo podemos entrenar cuerpo y mente para recuperar el control. Lo que antes parecía “ser valiente por naturaleza” ahora es cuestión de método, práctica y pequeñas rutinas que marcan la diferencia.
¿Qué encontrarás en el libro?
En Que no cunda el pánico recogemos esas claves en un recorrido que mezcla psicología, técnicas escénicas y experiencia real con cientos de profesionales. No es un manual de frases motivacionales, sino un toolkit práctico con ejercicios, anécdotas y estrategias probadas.
Hablamos de cómo preparar una intervención para reducir la incertidumbre, cómo manejar la respuesta fisiológica del miedo, cómo utilizar la respiración, el humor o la postura a tu favor, y cómo aprender de cada intervención para crecer en lugar de huir.
Y lo hacemos con el tono SpeakersLab: sin solemnidades innecesarias, con ejemplos cotidianos y con un punto de ironía. Porque hablar en público es serio, pero tomarse demasiado en serio a uno mismo es el mejor atajo al desastre.
Para quién es este libro
- Para quien siente que el escenario es territorio hostil.
- Para quien quiere que sus ideas se escuchen con la misma fuerza con la que las piensa.
- Para quienes, aun teniendo experiencia, saben que siempre se puede hablar mejor, con más seguridad y menos sufrimiento.
Que no cunda el pánico (de verdad)
El miedo a hablar en público no va a desaparecer del todo. Tampoco hace falta: es energía que podemos canalizar. Lo importante es aprender a que no nos domine, sino que juegue a nuestro favor.
Ese es el propósito de este libro: ayudarte a transformar los nervios en confianza, la inseguridad en preparación y el pánico en presencia. Porque, al final, lo que está en juego no son solo tus nervios, sino tu capacidad de transmitir lo que piensas y de influir en los demás.
Ya puedes encontrar Que no cunda el pánico en Amazon. Y recuerda: miedo podemos tener todos. Lo que no podemos permitirnos es que el miedo hable más alto que nosotros.
