Hay una técnica actoral que puede transformar tu forma de hablar en público más que cualquier curso de oratoria express. No es una pose. No es un truco. Es una forma de habitar tu discurso para que las personas te crean de verdad. Se llama acting as if y, bien usada, te conecta con la seguridad desde dentro hacia fuera.
Actuar como si no es fingir. Es encarnar una actitud que aún no sientes del todo, pero que estás activando. Como cuando entras en una sala y proyectas firmeza aunque por dentro estés repasando mentalmente cuántas veces se te ha quebrado la voz en otras presentaciones.
Lo fascinante es que esto tiene evidencia detrás. La psicóloga social Amy Cuddy popularizó el concepto con su charla TED sobre el power posing, basada en investigaciones de Harvard y Princeton. Su mensaje era claro: “No fake it till you make it. Fake it till you become it.” En otras palabras: si actúas como si ya tuvieras esa seguridad, tu cerebro empieza a creérselo. Aunque luego la comunidad científica matizó parte de su estudio, múltiples investigaciones posteriores han reforzado la idea de que el cuerpo influye en la mente (Carney, Cuddy & Yap, 2010; Niedenthal, 2007).
Esto no solo lo avala la ciencia, también lo aplican figuras que viven del impacto en escena. Lady Gaga confesó que repitió durante años frente al espejo: “You are a superstar. You can do anything.” ¿Autoengaño? No. Entrenamiento mental. La actriz Emma Watson, en su discurso para la ONU, reconoció que a veces se sentía como una impostora, pero que había aprendido a “comportarse como alguien que no tiene miedo”.
Lo mismo les proponemos a quienes entrenamos en SpeakersLab. Un directivo del sector financiero me decía mientras presentaba el plan estratégico: “No me lo creo ni yo”. Le recordé algo importante: «tu misión no es creértelo, sino comunicarlo. Así que, ahora, habla como si sí. Actúa desde el compromiso de tu posición en la compañía, no desde tu humana duda individual.» Resultado: no solo lo explicó con claridad, sino que consiguió contagiar al comité. Y lo más interesante: al final, se lo acabó creyendo.
Porque sí, actuar como si no es engañar. Es crear la versión más potente de ti mientras esa versión se consolida. Como decía William James, uno de los padres de la psicología moderna: “Si quieres una cualidad, actúa como si ya la tuvieras.”
Así que en tu próxima intervención no te preguntes solo qué vas a decir. Pregúntate desde dónde lo vas a decir. ¿Qué necesita ver el público para creerte? ¿Cómo hablaría alguien que confía en su mensaje? Empieza por ahí. Y el resto, viene solo.
¿Quieres practicar esta técnica con feedback profesional y ejercicios adaptados a tu contexto? Escríbenos. No trabajamos la impostura, trabajamos la autenticidad que todavía no has sacado a escena.
