Skip to content Skip to footer

Micrófonos Sony ECM-AW4: ¡pequeños pero matones!

Si has participado en alguno de nuestros cursos o workshops sobre presentaciones —y especialmente aquellos que conllevan presentar ante otros asistentes—, habrás visto que usamos unos pequeños micrófonos. Son los micrófonos Sony ECM-AW4, que proporcionan la comodidad de grabar o ampliar la voz de alguien sin ser tan aparatosos como la típica petaca de los presentadores de televisión.

Lo que más llama la atención de los Sony ECM-AW4 es su tamaño. Apenas un par de centímetros más grandes que la típica pila alcalina triple A, su tipo de batería. Son dos unidades, una emisora (que colocamos en quien queramos grabar) y un receptor (para conectarlo a un sistema de audio o una cámara).

Este tamaño reducido nos ayuda muchísimo, porque permite la comodidad de un micrófono de solapa sin tener que preocuparnos por el engorro de cables que se enreden en quien habla o si deberemos colgar otro trasto en un cinturón, por ejemplo. En cambio, nosotros solo enganchamos el micrófono emisor en la solapa, camisa o vestido de quien queremos grabar, y conectamos el receptor a una cámara mediante un cable de audio.

Así, podemos grabar a nuestros alumnos y luego darles un informe pormenorizado de cómo han hablado, por ejemplo, sin tener que hacer nada más que acercarnos un momento. Si quisiéramos, podríamos conectar el receptor a la entrada de audio de un sistema de sonido y amplificar la voz del ponente a toda una sala. Sin cables ni complicaciones.

Los Sony ECM-AW4 funcionan con dos pilas AAA, de las normales de toda la vida, que duran entre cuatro y seis horas en funcionamiento constante. Esto te permite calcular fácilmente si necesitarás pilas de repuesto —¡aunque siempre está bien tener unas a mano!—, pero también tener la confianza de que será difícil que te dejen en la estacada.

Por otro lado, son extremadamente ligeros, pesando 36 gramos entre los dos aparatos, por lo que apenas se notan al colgarlos y, más importante, al pasar desapercibidos nos ayuda a reducir la presión que algunas personas sienten ante la mera presencia de un micrófono cercano.

Por si fuera poco, tienen un alcance de unos 50 metros entre la unidad emisora y la receptora con una calidad de sonido nitidísima sin importar cuánto debamos movernos (a menos, claro, que un día presentemos en un campo de fútbol). Este detalle trivializa muchísimo cualquier instalación, puesto que la flexibilidad que nos ofrecen nos permite incluso tener el receptor en otra sala, si lo consideráramos necesario.

En nuestra experiencia, los micrófonos Sony ECM-AW4 solo nos han dado dos problemas. Los controles de encendido y apagado, ubicados a un lado, pueden accionarse accidentalmente durante la instalación. No es algo que deba preocuparnos en exceso si chequeamos que todo esté en orden, pero sí puede suceder que, por los nervios de hablar en público, quien lo lleve puesto apague el emisor al sufrir algún tic.

La segunda desventaja es que es complicado encontrarlos. Su precio actual en Amazon o eBay oscila entre 150 y 300€, siendo imposible comprarlos desde la página web de Sony. Sin embargo, es muy probable que aún puedas encontrarlos en tienda física a un precio mejor, puesto que no están exactamente descatalogados.

En definitiva, si buscas un micrófono para grabarte —o sabes que la organización del lugar donde vayas a presentar no te facilitará esta clase de material—, los Sony ECM-AW4 son una compra estupenda, siempre que puedas echarles el guante. Son pequeños, te permiten moverte con una facilidad pasmosa y son muy sencillos de usar. Ojalá veamos en un futuro otras versiones mejores pero, en nuestra experiencia, son una compra segura que no te defraudará.

 

Go to Top