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No hay preguntas difíciles sino respuestas inadecuadas

Uno de los grandes miedos de nuestros estudiantes está en cómo salir airoso de un turno de preguntas que se te puede ir de las manos y hundir todo el trabajo previo. Nuestro propósito de organizar un workshop sobre este tema estaba clarísimo. Pero, ¿dónde encontrar a un verdadero experto en gestionar las preguntas del público?

El azar -llamémoslo así- jugó de nuevo a nuestro favor y nos puso en el camino a Isabel Cristina Chaparro, experta en negociación, que es una maestra en prever conversaciones y controlar las emociones necesarias para gestionar preguntas aparentemente incómodas. Como aperitivo, al taller, hemos sacado algunos consejos importantes en esta entrevista. ¡Aprovéchalos!

 

Contigo descubrimos el concepto de diseño de conversaciones, ¿puedes compartir con nuestros lectores en qué consiste?

Es natural en el ser humano expresar interés en cada relación o situación en la que se encuentra. Y sólo está satisfecho hasta que dichos intereses sean atendidos. Por eso entramos en la necesidad de crear acuerdos, es aquí que la negociación es esencial en cada aspecto de la vida. Y resulta que se hace necesario pasar por la conversación para conciliar las diferencias de intereses. En medio de todo están las emociones, que se instalan en nosotros como un mar agitado ante la perspectiva de diferencias de posturas o desacuerdo. Y cuando se produce una congestión emocional se disminuye nuestra capacidad de responder ante el otro o la situación de manera centrada. El diseño de conversaciones es una estrategia muy valiosa para abordar procesos de negociación pues permite atravesar con mayor facilidad el mar de las emociones, de esta manera aplicamos mejor cualquier técnica de negociación y obtenemos acuerdos satisfactorios con mayor agilidad.

¿Estás de acuerdo en eso de que no hay preguntas difíciles sino respuestas inadecuadas?

Cada persona es libre. Desde esta libertad puede preguntar lo que desee, y hablará más de ella que de su interlocutor cuando realiza la pregunta. De manera que sí, el sentido de inadecuación se hace explícito en la respuesta y no en la pregunta. Por esto en el próximo taller sobre Gestionar Preguntas del Público con Astucia proponemos ganar en la habilidad de responder preguntas con mayor control.

isabel-cristina-chaparroAnte una intervención complicada, ¿qué ayuda más al ponente, su habilidad de improvisación o la preparación previa?

Me encanta que hagas esta pregunta. Son dos conceptos aparentemente separados, sin embargo, la improvisación no existe sin la preparación previa. No sería improvisación sino chapuza. Te lo explico con la analogía del actor, quien se aprende el guión de la obra y a partir de éste, improvisa, poniendo su estilo, integrando los giros de los demás actores e incluso variables del entorno, como que suene un móvil entre el público. Lo que le da la seguridad es saberse el guión, lo que manifiesta su maestría es su capacidad de improvisar.

Muy pronto compartirás tus conocimientos en el taller del próximo día 29, ¿Cómo puede ayudar este curso a un profesional que tiene que hablar en público?

En una presentación el objetivo no está en transmitir una información, sino facilitar las condiciones para que el receptor comprenda y actúe. Naturalmente esto incluye someterse a preguntas aclaradoras. Dichas preguntas en forma o en fondo serán más o menos afortunadas, y no podemos exculparnos de lograr nuestro objetivo por esta causa. Está en nuestra responsabilidad hacer lo mejor de nuestra parte para hacernos entender. Así que un aspecto fundamental para una presentación exitosa es el dominio de la fase de las preguntas del público. Por todo esto me motiva tanto ofrecer este taller.

Y por último, ¿tienes algún consejo básico para nuestros lectores?

¡Claro que sí! Una invitación a considerar que es normal que las personas no se entiendan -del 100 de la idea que queremos transmitir, se queda en el camino un 90%-. Que es normal, también, y legítimo tener diferencias de intereses. Que hay que partir de la posibilidad de que cuando alguien pregunte pueda confundir el mensaje con el mensajero. Que es normal el querer preguntar algo y no saber cómo hacerlo… El quid del asunto está en cómo yo, desde mí, pongo mi 100% en cada presentación, en cada respuesta, en cada relación. Y esto de poner la mejor de mis versiones se cultiva, se entrena y se aprende haciendo. ¡Por ello, los invitamos a que asistan a a este taller!

 

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