Hace unos 5 o 10 años, nadie se habría preguntado por la importancia del humor en una ponencia, sino todo lo contrario: ¿el humor?, ¿en una presentación profesional?, ¡oh dios no!, era una calamidad total a la ética y al profesionalismo. Sin embargo, los tiempos han cambiado y diversos estudios, como los de Deckers & Devine 1981 o Watson, Matthews& Allman 2007, han demostrado que el uso de emociones como el humor está ligado a la inteligencia emocional y estimula la percepción y la retención del mensaje.
La incorporación del humor es tan fundamental como el contenido en sí. Si se usa de manera correcta, esta emoción podría convertirse en un arma o un conector.
El humor como arma
Es imperativo aclarar que no es un arma para atacar, sino para desarmar.
Es común que al inicio de una presentación, el público se encuentre un poco a la defensiva u hostil a causa de diversos factores, siendo el más común de ellos la suposición de una figura “autoritaria”. El humor es la herramienta ideal para suprimir los ambientes hostiles; tiene la capacidad de romper con las barreras imaginarias defensivas del público y demostrar que durante la ponencia, el emisor y el receptor no son enemigos, sino aliados. Por otro lado, el uso de está emoción durante un momento clave podría tener el efecto de un descanso o una pausa.
Es normal que en las presentaciones largas se de una pausa de 10 o 15 minutos al público para que sus cerebros “descansen” y no se saturen de información, pero ¿qué pasa con las presentaciones cortas? ¿Cómo puedes dar un descanso al cerebro sin realizar una pausa? Es aquí cuando el humor se vuelve un recurso valioso: evita la sobrecarga de información y permite que el cerebro se relaje.
Por último, la risa mantiene al oyente enfocado en lo que se está diciendo.
Cuando se genera humor, esto causa un estímulo placentero que hace que el cerebro entre en un estado de excitación y se mantenga constantemente animado con respecto a la información proporcionada y a la espera de un nuevo estímulo.
El humor como conector
Las emociones fuertes como la alegría, la tristeza e incluso el humor son capaces de conectar al emisor y al receptor y crear un vínculo de igualdad y entendimiento. Este recurso permite acercarse al público a través de una demostración de vulnerabilidad remarcando que todos en la sala poseen la misma naturaleza humana, creando así, un vínculo amistoso.
Recursos del humor
La risa es un arma de doble filo y así como puede crear un ambiente distendido, también puede crear tensión e incomodidad. La clave está en adaptar el humor según sea la personalidad del ponente, el material y el público receptor.
El realismo y la exageración son recursos básicos del humor que se adaptan a todas las situaciones. Las verdades amargas exageradas contadas a través de anécdotas siempre generan gracia y empatía al público.