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6 Tipos de oradores que no quieres ser

Hemos hablado en innumerables ocasiones de cómo hay que hablar en público y de mil maneras de hacer llegar a tu audiencia tus productos, servicios o ideas. Pero también tenemos la certeza de que existe una clasificación de tipos de oradores que no apetece escuchar.

Son esas personas que hacen de sus presentaciones un viaje insufrible.  Y como por ellos mismos y sus propias razones son suficientemente densos, hemos pensado en la mejor manera de hablarte de ellos sin hacerte sufrir.

Los 6 Tipos de oradores nada apetecibles, según FRIENDS

Ross, el Palizas. El mejor ejemplo de presentador que se aferra al lenguaje denso, técnico y repulsivamente distante. Por no hablar de cuánto se pierde en los detalles, dejando de lado las ideas principales.

Phoebe, la Dispersa. Incluso como amiga que cuenta anécdotas, es difícil seguirle el hilo entre tantos pensamientos inconexos. Y claro, para tratar de enterarse de qué está contando, no queda otra que interrumpir.

Joey, el Actor. Se aprende el texto de memoria, y el público lo sabe. Se nota en su incapacidad de improvisar y, especialmente, con su interpretación digna de… chirriar de dientes.

Monica, la Incendiaria. Incluso sin pretenderlo, es fácil estar en su contra. No porque queramos estar ahí, sino porque ya nos ve como sus contrapartidas. Busca imponerse porque la mejor defensa es un buen ataque, ¿no?

Chandler, el Graciosillo. Se piensa que un escenario es la ocasión perfecta para una sesión de Club de la Comedia y enterrará su mensaje en toneladas de bromas, sátiras e ironías que, con casi toda probabilidad, herirán alguna sensibilidad entre su audiencia.

Rachel, la Narcisista. Los demás le dan igual, porque tiene el micro y nadie más puede rebatirle ese ratito de hablar en primera persona. “Yo”, “a mí”, “soy”. ¿Por qué iban a invitarle a presentar si no era para lucirse?

¿Te has reconocido en alguno de los protagonistas de FRIENDS? ¿Has visto tu forma de presentar reflejada en alguno de estos tipos de oradores? ¡Alégrate! Ya sabes claramente por dónde empezar a mejorar en tus presentaciones.

 

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