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7 maneras de cerrar una presentación con acierto

Da igual lo buena que sea tu presentación, si el final no es contundente. Tus últimas palabras, las que quedan resonando en la sala, son tu última oportunidad de persuadir. ¿Te imaginas una imponente sinfonía acabando con un fading de pop ochentero? Ni hablar. El impacto se consigue con un final apoteósico. Necesitas un buen lazo para cerrar una presentación eficaz.

Si quieres diluir tu discurso, acaba con agradecimientos, una lista de puntos clave o un titubeante “bueno, pueeees, ¿alguna pregunta? ¿No? bueno, pueeees, entonceees, ya está, eso es todo”.

Para dar brillo a tu speech necesitas una frase que sacuda a tu audiencia. Sorprende, inspira, emociona o reta. Consigue un final potente que alargue el efecto de tu charla. Hemos recogido los consejos de Bruna Martinuzzi para que tengas más orientaciones sobre cómo terminar la charla.

7 lazos infalibles para cerrar una presentación

  1. Cerrar el círculo. Vuelve al inicio. Por ejemplo: ¿Empezaste con una pregunta? Termina con la respuesta. Enlaza al final con la anécdota que introdujiste al principio. Repite o reformula tu inicio si éste contiene un mensaje potente.
  2. Una viñeta. Es una manera de sumar lo visual, el humor y una metáfora. Esos tres catalizadores de la persuasión son ganchos naturales de atención. Ánclalos a tu mensaje central.
  3. Una pregunta controvertida. Retórica, por supuesto, es un resorte automático para que la audiencia piense. Estimularla es una estupenda manera de involucrarla en nuestro discurso. Si además la pregunta es provocadora, también avivará las emociones del público. ¿Resultado? Persuasión.
  4. Un eslogan pegajoso. Si funciona en la publicidad, nos funciona a nosotros. Reduce tu mensaje hasta la más simple, directa y sonora expresión, y hazlo de manera que puedas integrarlo en tu manera natural de comunicarte. No quieres terminar proyectando una sensación de vendedor de teletienda.
  5. La regla de los 3. Enumera tus tres mejores ventajas, razones, argumentos, beneficios o expectativas y ayúdate de los dedos para recalcarlo. Algo así como: «Ahora sintentiza tu mensaje, agudiza tu creatividad y cierra con impacto».
  6. Un visual potente. Los impactos visuales impactan más que los auditivos. Por eso, un truco desgastado para cerrar en alto es finiquitar con un vídeo. Si vas a hacerlo, por favor, piénsate muy bien la pieza y constrúyela a tu medida. Un vídeo producido con otro propósito relegará al olvido cualquier cosa dicha previamente. Haz que sea reiterativo sobre lo que tú ya has contado.
  7. Tu propio sello. Steve Jobs siempre terminaba sus presentaciones con «One more thing». Si tienes el carisma suficiente como para convertir una frase cualquiera en tu propio lema estrella, ¡aprovéchalo!

Reza el dicho que lo que mal empieza mal acaba. En una presentación, todo es importante, pero nadie querrá recordar el comienzo si el final es malo. Nadie recordará la charla entera, de hecho. Así que esfuérzate en cerrar adecuadamente tu presentación, haz que el final sea contundente y que tus palabras resuenen potentes en la sala.

Esfuérzate por hacer que tu sinfonía cierre en un final apoteósico.

 

 

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