¿Vas a grabar a alguien un discurso o una entrevista? Conseguir la naturalidad de alguien, que es importante para que el mensaje sea convincente, va a ser tu objetivo. Y el miedo a las cámaras que, en general, tenemos todos tu enemigo.
Por eso es importante que además de preocuparte del contenido y de los medios técnicos no te olvides de lo principal: la persona. La persona que es el canal para ese contenido. Y la persona es la que tiene que brillar con esos medios técnicos.
El miedo es una emoción estimulada por la incertidumbre. Y es absolutamente natural que una persona que no se haya dedicado un montón de horas de su vida a comunicar a través de una cámara sienta que está en terreno desconocido.
Así que, para cuando te encuentres en esta situación, te proponemos echarle un cable en 5 pasos:
1️⃣ Recíbele de manera no formal, quitando el foco del vídeo que es lo que le estará causando ansiedad. Escúchale y tómale la temperatura emocional.
2️⃣ Haz una pasada del texto o de la entrevista para reducir su incertidumbre. Resuelve dudas y darle refuerzo positivo para que gane seguridad. No lo plantees como un examen.
3️⃣ Propón (y acompaña) en hacer algunos ejercicios para retomar el control corporal, de la respiración y de la vocalización. Conseguirás que la persona se relaje y afronte la grabación con mayor naturalidad.
4️⃣ Colócala en plano y explícale todo lo que vas a hacer. La información es el principal arma contra el miedo.
5️⃣ Utiliza algún mitigador de ansiedad como ofrecerle un poco de agua o hacerle algún comentario que le haga sonreír (el rapport no verbal es importante).
Y ahora sí, prepárate para grabar. Recuerda que esa persona no está para ayudarte a ti a hacer tu vídeo. Eres tú quien está ayudándola a dar lo mejor de sí.