Ya hemos hablado en más de una ocasión de lo importante que es la apertura en una presentación. Es un momento duro, crítico, tu tensión está en lo más alto y tienes muchas probabilidades de desconcentrarte. Tienes el objetivo de conseguir la atención del público, y atraparlo en tu historia desde el primer segundo, antes de que sucedan esos 17 segundos que tardamos en dejar una huella difícilmente indeleble, esa primera impresión.
Sin embargo, ¿cómo conseguir que el público concentre la atención en ti cuando tienen un completo centro de entretenimiento en sus móviles? ¿Cómo conseguir que la audiencia te adore y se olvide del mundo por unos minutos?
Recurramos a la experiencia de Judy Carter, una oradora que utiliza sus herramientas como cómica, o una cómica que ha aprovechado sus técnicas para ofrecer grandes ponencias. No sé si fue primero el huevo o la gallina, pero lo cierto es que el humor es una herramienta –si la dominas- para conectar con tu público y ofrecerles tu mensaje revelador.
Hemos rescatado de su libro The Message of You algunos de los secretos que utiliza para construir charlas tan divertidas como transformadoras como esta que ofreció en TED.
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Consejos para que tu audiencia te adore en 60 segundos
1. Fuerza una reacción
Es un truco tan antiguo como el propio espectáculo: pedir un aplauso. Halaga a la persona que te ha presentado, al organizador o al ponente anterior. Si además aprovechas ese momento para hacer una broma ya los tienes en el bote.
Judy una vez empezó una charla dirigiéndose a su predecesor que tenía una voz muy profunda diciendo “Gracias Darren. Ha sido una gran presentación. Vamos a darle un aplauso. (Aplauso) Tienes una voz muy bonita. Ahora me doy cuenta de que tú hacías de Darth Vader. (Risas)”.
En menos de 20 segundos, la ponente había conseguido: que todo el mundo la mirara, que soltaran sus móviles para aplaudir, mostrarse generosa ganando puntos con su público, establecer su rol de conductora que dirige la acción del público y una corriente de conexión con su primera carcajada.
2. Tira una frase
Llamamos a tirar una frase a hacer un comentario aparentemente improvisado, sin mucho énfasis. Como si fuese una ocurrencia del momento, sin esfuerzo. Esto te hace parecer una persona segura, espontánea, conectada con el momento y natural. Ingredientes clave para que la audiencia te adore.
En una ocasión la cómica tenía que dar una charla en un pueblo básicamente agrícola, justo después de una demostración de las fuerzas de seguridad de élite locales.
Al entrar al escenario, Judy dijo: “Vamos a aplaudir a Sandy. Gracias por esta gran presentación.” (Aplauso) “Y también para el atractivo y talentoso cuerpo de élite” (Aplauso) “Aunque no estoy segura de porque necesitáis un cuerpo de élite”. Simuló que era uno de ellos con una pistola apuntando a un delincuente: “Suelta las fresas, ¡ahora!” (Risas)
Obviamente, para crear ese chiste era necesario haber investigado previamente todos los detalles sobre el evento y la audiencia.
3. Haz un chiste sobre su tema favorito: ellos
Judy Carter lleva 35 años delante del público y está convencida de que no hay tema que funcione mejor que empezar hablando de ellos. Después de todo, a la gente le gusta sentirse apreciada o al menos que les prestan atención.
En este ejemplo, nos enseña cómo utilizar la regla del tres para conectar con la audiencia: “Hay muchos problemas en el mundo, como el terrorismo, los tornados y vuestra cafetería que siempre se queda sin cucharillas” apelando a un problema específico de la empresa en la que estaba y que todos conocían.
Si arrancas así seguro que consigues su atención y les haces reír.
4. Ríete de ti mismo
Todos sentimos cierta vulnerabilidad en escena y muchos oradores la compensan presentándose como personajes perfectos que todo lo saben. Pero la verdad es que esta actitud genera hostilidad por parte del público.
Nada te acercará más a ellos que hacer bromas sobre tus propios defectos. A todos nos encantan las personas que no se toman tan en serio. La audiencia te adora cuando eres capaz de reírte de ti mismo.
Haz una lista sobre lo que la gente ve en ti (tu peso, tu peinado, tu edad, tu genero, tu manera de vestir, tu voz o tu actitud). Cualquier cosa que te haga diferente es una mina de oro para la comedia.
Un estupendo ejemplo es el de Diane Kawasaki, actriz de ascendencia asiática, que con una altura de 102cm empezó una charla diciendo: “Sé lo que están pensando, así que vamos a aclararlo. La palabra políticamente correcta es… asiático-americana”.
5. Da un giro divertido a las estadísticas
Las estadísticas son aburridas. Pero pasarán mejor si las sazonas con un poco de humor. La fórmula que Carter nos propone es dar la estadística -la cifra- y añadir un comentario divertido.
Es lo que hace el speaker Dale Irvin en este ejemplo: “Un tercio de los americanos siente que vive bajo un estrés extremo, según publica USA Today. Los otros dos tercios son los que lo provocan».
El humor es un arma de doble filo. Puede conseguir unirte a un público entregado o dejarte fuera de lugar. Conectar con el humor requiere de compartir referentes sociales, culturales o generacionales. Por eso, investigar y conocer cosas sobre la audiencia es imprescindible para que la broma no nos explote en la cara.
Conociendo el terreno donde te metes y aplicando estos 5 trucos mejorarás las opciones para que tu audiencia esté contigo, conectada a tu discurso desde el principio.