Hoy queremos presentarte a nuestra experta en voz, Raquel Izaguirre. Es actriz y entrenadora vocal y está dispuesta a acometer el reto de llevar la voz cantante durante nuestro próximo workshop: Resintoniza tu Voz. Con ella aprenderemos diferentes técnicas para sacarle el máximo partido al hablar en público y queremos aprovechar esta oportunidad para que nos cuente algo más sobre este instrumento.
Siempre nos ha parecido curioso que la voz, nuestro principal instrumento, también es el más desconocido. ¿Estás de acuerdo?
Sí, estoy completamente de acuerdo. Aunque afortunadamente en los últimos años hay un interés por la voz que va creciendo. Imagino que es un interés por mimar la forma de lo que decimos y no solamente el contenido. También es un interés por hablar de forma saludable, sin aplicar tensiones innecesarias.
¿Cada voz es un mundo o existe la posibilidad de aplicar un método común a todos?
Creo que cada voz es única y especial. Es como nuestra huella dactilar. Aquí reside lo bonito de la voz; su especificidad.
En cuanto a los métodos de trabajo hay que buscar el que resulte más fácil y cómodo para cada persona. De todas formas la respiración y la conciencia corporal son imprescindibles; son la casa de la voz y hay que tener la casa a punto.
Tú como actriz sabes el trabajo que hay detrás de una buena expresión oral, ¿es por eso por lo que decidiste orientar tu carrera profesional hacia el cuidado y entrenamiento de la voz?
En parte sí. Mientras estudiaba arte dramático me fascinó la asignatura de voz por lo que podía destapar. Me di cuenta de que la voz era inmensa, que era muy poderosa, energía pura y quise ir más allá. También me di cuenta de lo mucho que la reprimimos y con ella nuestro potencial.
¿Hasta qué punto consideras importante la voz en nuestro ámbito profesional?
La voz es importante puesto que da mucha información sobre cómo estamos y cómo nos sentimos. Es como una radiografía de nuestro estado emocional. Con la voz y el cuerpo transmitimos la opinión que tenemos sobre lo que estamos diciendo, nuestras ganas (o desgana) de comunicar, sobre la preparación, el interés, el miedo, la conexión…
Cuando una voz es inaudible, está rasgada, ronca o apretada (y no existe una patología) es que hay activadas una serie de tensiones musculares. Estas tensiones se pueden producir por el tipo de relación que el ponente tiene con el contendido. ¿Hay conexión entre el ponente y su contenido?
¿Qué riesgos tiene para el ponente no controlar su voz en una presentación?
En primer lugar que el ponente tenga una mala experiencia al hablar en público. Que la vaya arrastrando en sus próximas apariciones y crezca el pánico escénico.
En segundo lugar que el público pueda leer desinterés, desconexión, pasotismo en el ponente a través de su voz y su expresión corporal, y desconecte.
Para ir haciendo boca, ¿un pequeño truco para conseguir una voz energética, libre?
Je, je… Yo no soy muy de trucos, pero sí que hay preguntas que nos pueden ayudar a cambiar el enfoque de lo que hacemos: ¿por qué has decidido decirlo así y no de otra manera? ¿Te sientes cómodo con la manera que has escogido?
Conecta con lo que vas a decir, implícate. Focaliza tu energía en el público y estate atento para ver cómo lo recibe. Sé flexible y realiza cambios si hay algo que no funciona.
Por último, ¿para quienes está pensado el taller Resintoniza tu voz?
Para cualquier persona que esté interesada en aprender un poco más sobre su voz. Para aquellas personas cuyo trabajo les exige tener una voz flexible y segura capaz de seducir, influir y convencer.
Para todo el mundo que tenga voz 😉