Ya sabes que cuando presentas tu imagen tiene mucho peso, por algo forma parte de la comunicación no verbal. La cantidad de prejuicios y expectativas que levantarás únicamente con tu presencia son automáticas e inevitables. Y lo que tú quieres es que esos prejuicios y expectativas se alineen con el objetivo de tu presentación..
Así que elige bien tu vestuario, tu maquillaje, tu peinado, tus accesorios… ¿y tus gafas? ¡Sí, también tienes que prestar atención a tus gafas!
Cosas a tener en cuenta si llevamos gafas ante un público:
- Necesitamos ver tus ojos. Si te escondes tras unas gafas transmitirás desconfianza, ya sea por miedo o porque escondes algo, el caso es que no inspiras transparencia y tu mensaje sonará sordo y amortiguado. Evita a toda costa cristales que no sean totalmente incoloros.
- Asegúrate de que tus cristales son anti-reflectantes. En los sitios en los que presentarás habitualmente encontrarás iluminación por fluorescentes. O peor aún, focos brillantes apuntando hacia ti. El reflejo de esa iluminación impedirá que el público vea tus ojos o, peor aún, te obligará a luchar contra algunos reflejos inesperados.
- Si te hacen falta, te recomiendo unos progresivos. Porque en escena tendrás que estar ágil al mirar entre distancia corta (al guión o la pantalla) y larga (para las preguntas de la audiencia).
- Cuida el estilo de tus gafas. Si quieres presentar un proyecto muy innovador, porque eres de una agencia de publicidad que se sale de creativa, asegúrate de que tus gafas reflejen ese componente.
- Si el contexto lo permite, tus gafas pueden ser tu marca personal. ¿Te gustaría que tu audiencia se quede con tu cara, especialmente otros competidores presentan junto a ti? Pues bien, unas gafas con un estilo marcado ayudarán a que tu cara se recuerde mejor.
En cierta manera, llevar gafas es una complicación más. Un complemento extra en el que pensar dentro de la miríada de detalles que buscamos sumar para aumentar el éxito de nuestra presentación. Una preocupación más cuando tratamos de conseguir una armonía entre ponencia y presentador.
Sin embargo, ¿sabes lo bueno de llevar gafas en tu presentación? Que gracias a un viejo estereotipo, el público otorga mayor capacidad intelectual a una persona con gafas. Así que, de entrada y siendo que no hay mal que por bien no venga, gozarás de unos puntos extra de credibilidad frente a alguien que no las lleve (o que use esas coquetas lentillas).